miércoles, 29 de diciembre de 2010

Queda un pollito

(La cría superviviente)

Hace unos días se abrieron los dos huevos que Walter y Amélie prestaron a las tórtolas del amigo Javier. Ayer este me dio la mala noticia de que uno de los pollitos ha muerto; queda este, que tiene todas las trazas de convertirse en una bonita tórtola de plumas oscuras, si todo va bien. Se ve perfectamente que tiene el buche bien lleno (seguro que sus papás se ocupan bien de que coma), es una auténtica monada.

Desde aquí deseamos que siga la crianza sin novedad, y poder exponer fotos del pollito ya crecido.


martes, 21 de diciembre de 2010

Camila se asoma al blog

Camila sobre la mano de su dueña

Camila y Fina se quieren mucho

Fina es una amiga de este pequeño blog. Su tórtola Camila es un encanto, por su tamaño, que me parece más bien pequeño, me recuerda mucho a Junior. Como veis, es una tórtola de plumaje blanco inmaculado, salvo el estrecho collar gris. La postura relajada con que se sitúa sobre la mano de Fina, y la caricia del pico contra la barbilla son un ejemplo de amor mutuo.

Cuanto más miro esta última foto más me gusta, así que, queridos amigos que podáis leer esto, con ella os deseo Feliz Navidad, que la blancura de Camilia y el amor de Fina sean para todos presagio de venturas para el año entrante, y ejemplo de cómo la verdadera felicidad está en las cosas pequeñas. El amor de un tórtola, su entrega y confianza pueden ser el primer paso para aprender a amar a cada uno como es, sin pretensiones ni condiciones. Las tórtolas nos quieren a pesar de que no somos de su especie, y son felices con un puñado de semillas, un rinconcito caliente y una caricia. Y nos dan tanta felicidad que solo quien tiene la suerte de vivir con ellas lo puede comprender. ¡Feliz Navidad!

¡Nacen dos tortolitas!

Hace un par de semanas entregué unos huevos fecundados de Amélie y Walter a Javier, un seguidor del blog que tiene una pareja de tórtolas pero que no consigue que pongan huevos fértiles. Y, con unas fechas de adelanto al día previsto, ¡los dos huevos se han abierto! Como es usual, hay más o menos un día de diferencia entre los dos pollitos; el mayor parece ser blanco, me dice Javier que el pequeño posiblemente es blanco también, ¡qué bonitos! A la espera de más fotos, tenemos esta que nos sirve de presentación oficial de las nuevas tortolitas. Ignoro si la tórtola grande es la madre o el padre, lo importante es que cuiden bien de estas pequeñuelas recién nacidas; también puede verse el nido, mucho más ortodoxo que mis cajas de plástico de los chinos forradas de papel.

Si alguien más quiere hacer lo mismo que Javier, con gusto le daré huevos fecundados. ¡Gracias por la foto, Javier, esperamos más en un futuro!

lunes, 20 de diciembre de 2010

Andanzas de Walter

(Walter junto a un elefante blanco de Playmobil)

Walter tiene un carácter muy especial: es el único macho en el grupo de las tórtolas de mi casa. Es amorosamente correspondido por Amélie, pero esto no impide que Walter trate de aparearse con todo lo que le sale al paso: su sombra, su reflejo en un cristal, la tórtola dibujada en la caja de comida, su hija Junior... el último intento de cortejo lo ha tenido con un bonito elefante blanco que acabo de recibir de Alemania, y que se unirá a mi pequeña colección de animales de Playmobil (bueno, lo de "pequeña" es opinión mía, mi madre piensa de otro modo). Tras rendirse a la evidencia de que el paquidermo de plástico era totalmente inmune a sus encantos, Walter optó por comer, momento que queda captado en la foto.

Aparte de esto, Walter es más cariñoso que nunca conmigo, sé que no podrá jamás confiarse como lo hace Junior, ni siquiera como Amélie; pero a su manera da también su afecto, y aprecio sus avances más que los de las hembras, porque es él quien más ha cambiado. Cada vez que sale de su sitio para posarse en mi brazo o en mi hombro me da una gran alegría. Quedaron atrás el pánico y la animadversión de los primeros días... y, además, ¡es tan bonito! Su plumaje es, con diferencia, el más tupido y espectacular,


domingo, 12 de diciembre de 2010

Un año con Junior

(Junior calentándose junto a la estufa de infrarrojos)

El pasado mes de noviembre Junior cumplió un año de vida. Esta chiquitina se ha abierto un hueco en mi vida, la quiero mucho, más de lo que nunca supuse que podría querer a un pájaro. Nació en casa, se acostumbró a descansar encima de mi mano, y es la más limpia de las tres. Ya de pollito, cuando no tenía aún las plumas, sacaba el culito fuera del nido y dejaba caer los excrementos; cuando ahora está encima de mí, durmiendo la siesta, procura aguantarse las ganas. No se asusta si le acaricio la cabeza (Walter no lo soporta, y Amélie lo tolera, pero sin ganas). Le gusta que le rasque el cuello, todo alrededor, y corresponde picoteando mis dedos. Me sigue emocionando que se duerma sobre mi mano, las tórtolas no tienen un sueño profundo, duermen con un ojo abierto... pero cuando Junior duerme encima de mí sí se confía por completo, es como si dijera "yo no vigilo, estoy sobre ti, el problema es tuyo". Esa confianza, ese abandono, me conmueven mucho. Es más pequeña que su mamá, y mucho más que su papá. He aprendido a entender todos sus sonidos, el que más me gusta es el "ronroneo" (no se me ocurre una palabra mejor) que hace cuando está sobre mi hombro, porque es un sonido claramente de amor. Por las noches, cuando estoy en el ordenador, viene volando y se pone en mi hombro, como quien cumple un horario por deber. Cuánto la quiero.

Huevos de alquiler

(Walter y Amélie en su nido)

No es que alquile los huevos, no. Es que se me ha ocurrido este título a semejanza de los "vientres de alquiler". Lo explico mejor: un lector de este blog, Javier, me ha escrito pidiéndome los huevos fecundados de Amélie, porque tiene una pareja de tórtolas que no consiguen criar, ya que aparentemente los huevos no quedan fecundados. El jueves pasado quedamos cerca de mi casa, y yo le llevé los dos huevos recién sacados del nido. Esperemos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, si finalmente todo va bien, espero poder contarlo en este mismo blog. Ojalá.