lunes, 27 de septiembre de 2010

Lo que se guarda en un nido

(Walter en su nido, con diversos objetos curiosos)

Desde hace unos días, y tras la emancipación de sus dos últimos retoños, Amélie entró en celo, y más tarde puso dos huevos... se ve que no pierde el tiempo. Durante el fin de semana pasado fue la puesta del segundo, y aunque se los quitaremos, de momento sigue con ellos. Como es habitual, ambos progenitores se turnan en el empolle de los mismos; lo gracioso ha sido cuando, este domingo al llegar a casa, hemos visto los "papeles" que han llevado al nido para hacerlo mullido (práctica que solo realizan poco antes de poner los huevos): un billete de cinco euros, y un boleto antiguo de lotería primitiva, ¡parecía que habían jugado ellos a la lotería y les había tocado algo! La culpa, claro, es nuestra por dejar a su alcance ambas cosas... por suerte el dinero no estaba manchado y lo recuperamos sin novedad.