martes, 7 de agosto de 2012

Las joyas de la Castafiore

Amélie en su nido
Soy aficionado a las historietas de Tintín, el héroe creado por el dibujante belga Hergé. Una de las aventuras más celebradas de este simpático joven se llama "Las joyas de la Castafiore"; el argumento es el siguiente: en una casa desaparece una esmeralda, propiedad de una famosa cantante de ópera. Muchos son los sospechosos: el pianista acompañante, el mayordomo, unos gitanos que acamparon cerca, etc. Pero el misterio se resuelve gracias a una ópera: "La gazza ladra", de Rossini, pues la traducción es "La urraca ladrona"; y efectivamente, uno de estos pájaros es quien roba la esmeralda, que finalmente es recuperada. Y hoy Amélie ha mezclado esto con otra afición que tengo: los clicks, también llamados "Playmobil". No tengo muchos por casa, pero uno de ellos es una recreación del Durero que se exhibe en El Prado, y lo tengo puesto de adorno. Como resulta que Amélie está en una de esas fases en que llena el nido de papelitos... pues resulta que ha encontrado que el caballete de Durero, de plástico pero simulando madera, resulta útil en el nido. Me hace tanta gracia que, de momento, se lo he dejado.

1 comentario:

  1. ¡Qué graciosa Amélie!¡Cuidado con la ladronzuela! Lo que pasa es que es muy lista y a ella también le gustan los playmobil. A ver si va a convertirlo en una costumbre el llevarse poco a poco todos tus clicks y piececitas para su nido! Jajajajajaja.

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