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| (Amélie acicalándose las plumas) |
Pero las plumas, además de permitir el vuelo, forman una capa versátil y maravillosa. En verano o en invierno, protegen de la temperatura exterior, y aunque yo me esfuerzo para que no tengan que soportar temperaturas extremas, me da la impresión que soy yo el digno de lástima, siempre buscando más frío o más calor, mientras Junior, Walter y Amélie parecen siempre cómodos y confortables. Seguramente parte del éxito de su cobertura de plumas es que las pueden mover, erizándolas o pegándolas a la piel. En la foto vemos a Amélie girando la cabeza sobre los tres ejes espaciales como si tal cosa, ¡está boca abajo!; lo hace solo para encontrar el ángulo perfecto que le permita limpiar y peinar sus plumitas, que de paso ha abierto en capas paralelas por la parte de su ala. A mí me recuerda un poco a esas actrices trasnochadas que llevan una boa de plumas, con la diferencia de que estas plumas van teniñas de colores naturales. Ya se dice en la biblia que Salomón, a pesar de ser riquísimo, nunca usó unas vestiduras más elegantes que las que tiene la flor más humilde; tampoco ninguna starlet ni vedette de revista musical se acercó siquiera a la belleza de mis tórtolas, (ni de ninguna otra ave).
Señores y señoras, con ustedes Amélie: el Pájaro de Fuego.
Hola,
ResponderEliminarHe encontrado un pichón de tórtola y después de dos semanas de tenerla empieza a dar sus primeros vuelos. Te escribo desde México. La encontré después de encontrar a su hermana muerta en el suelo y el nido caído también. Sus padres estaban cerca de ella pero imposibilitados de hacer nada. He tenido éxito en mantenerla viva pero hemos llegado a un punto en el que no se que o como darle de comer y no se si dejarla ir y que se busque la vida. Es, lógicamente, una tórtola silvestre (no se la especie) y la he mantenido con pan multigrano remojado y semillas para aves. Podrías darme algún consejo? No pretendo quedármela y me gustaría que disfrutara de su libertad pero se que se esta acostumbrando a ser alimentada por mi.
Gracias!
Gerardo
PD. Excelente blog!
Hola Gerardo, enhorabuena ante todo por tu gesto. Aunque no me dices los tiempos, supongo que se trataría de una tortolita que tendría entre una y dos semanas de vida (a las dos semanas le salen las plumas y ya pueden dar buenos saltos, y a las tres semanas dan pequeños vuelos aún con su plumaje incompleto). Las tórtolas son animadas por sus padres a dejar el nido más o menos al mes de vida, por tanto lo que es seguro es que ya a estas alturas sus padres no son de utilidad. Si es una especie silvestre, puede buscarse la vida por su cuenta, yo creo que a la larga le tirará más el instinto de vivir libre que la comodidad de estar en tu casa, pero claro, tiene que tener posibilidad. Lo que yo haría es tratar de que tenga la opción de regresar si quiere, por ejemplo, si tienes jardín le pondría allí la comida, agua, etc. Si ya sabe volar seguro que da un gran vuelo, y ahí pueden pasar dos cosas: que no regrese más, o que lo haga. Ten por seguro que si tiene hambre o sed va a regresar, pues estos animales saben volver de modo instintivo a su nido, y si no regresa es señal de que está bien en la naturaleza. Si regresa y simplemente toma la rutina de pasear regresando siempre a tu casa yo le iría disminuyendo la comida poco a poco, pero como te digo me da la impresión que volver a su entorno nativo será determinante y casi seguro no querrá volver contigo. Esto, claro, lo tienes que hacer cuando la tórtola esté en perfecto estado de salud, con sus plumas desarrolladas y fuerte.
ResponderEliminarYa nos contarás qué pasó, un saludo y gracias en nombre de tu tortolita.