miércoles, 6 de julio de 2011

Ahora comprendo que soy padre

(Junior acaba de bajar de su nido y se dispone a comer)

Creo que ya he comentado en alguna ocasión que tanto a Amélie como a Junior, las dos hembras, les permito empollar los huevos más o menos una semana, y luego se los quito o los sustituyo por otros infértiles (en el caso de Junior no hace falta normalmente ya que no suelen estar fecundados... solo si me descuido y su papá Walter se aprovecha la cosa cambia). En estas últimas semanas en realidad me limito a quitarles los huevos a la semana.

Por otra parte, mientras están empollando huevos la pareja Walter-Amélie sigue un sistema de turnos bastante estricto: A primera hora de la mañana Walter releva a Amélie y se queda él empollando; al caer la tarde Amélie hace el relevo y se queda en el nido hasta el día siguiente. Eso les permite comer, beber y estirarse, pero ¿qué pasa con Junior? Ella, claro, no tiene a nadie con quien relevarse, así que cuando considera que debe hacerlo, baja unos minutos del nido, come, bebe, hace sus necesidades, se estira un poco, y finalmente regesa a su inútil pero tranquila tarea de empollar.

Mientras las tórtolas están en el nido me acerco a veces para darles de comer o beber, cosa que normalmente agradecen. Si son Walter o Amélie, comen hasta que no quieren más, y luego me ignoran, pero Junior se comporta de un modo muy distinto, ¿qué hace? Al acercarme con comida come un poquito, ¡y se baja del nido! He tardado en darme cuenta de que interpreta mi presencia como un relevo, es decir, como si yo fuera el papá que va a relevarla. Claro está que luego ve que no hago nada de eso, pero su instinto de darme el relevo funciona. Esto está muy bien, porque a veces ha pasado hasta 24 horas en el nido (y yo decía: bueno, ya bajará cuando quiera), en cambio subiéndome hasta su nido y ofreciéndole comida consigo automáticamente que baje a comer y beber y se dé una vueltecita.

Y es que, según Junior, el papá de los huevos... soy yo.

3 comentarios:

  1. seguramente para ella sos como su amor platónico jajaja.
    Pobrecita me dio lastima cuando escribiste "Ella no tiene a nadie con quien relevarse, así que cuando considera que debe hacerlo, baja unos minutos del nido, come, bebe, hace sus necesidades, se estira un poco, y finalmente regesa a su inútil pero tranquila tarea de empollar." jeje

    Tiene los ojos naranja o rojos? no llego a ver bien :)
    Acá en casa de Doris y Theodoro, recibimos nuevas visitas...jjajaja..cotorritas australianas, Diamantes mandarin y Manon en grandes cantidades por si fuera poco jajaja. Me los dejo una vecina para que los cuide, bah en realidad en pocas palabras me los regalo.

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  2. Hola Uber un gran abrazo!!!!

    Curu- Curu me adelanto a mi amigo Uber, nosotros para ellos dependiendo de la confianza que nos tengan, somos verdaderamente sus amores platónicos, hace poco leí un artículo en la pagina bbc mundo, (lo recomiendo leer) que habla sobre un Loro que se enamora de su dueño, encantador relato...a mi me hizo llorar..Los pajaros al menos las Tórtolas nos demuestran su verdadero amor, dependiendo claro está en lo que le demostremos a ellas...son encantadoras. Lo que quiere decir que son totalmente reciprocas a los humanos. Eso aprendí de mi experiencia con una maravillosa Niña Tótola.

    Saludos!!!

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  3. Gracias a ambos por los comentarios. No hay que tener lástima de Junior, creo que es muy feliz a pesar de no tener pareja emplumada, ¡y tiene mucho carácter! Y que las tórtolas (como otros pájaros) sean capaces de aceptar como pareja a un ser humano es posiblemente parte de su éxito como animalitos de compañía. Un perro o un gato son seres maravillosos, y los perros especialmente fieles, pero no llegan a emparejarse con una persona; las tórtolas sí.

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